HIPOTENSION
ARTERIAL INTRADIALISIS.
Es
una de las complicaciones más frecuentes durante la sesión de HD. Aparece en
el 30-50% de las sesiones y es la principal causa de disconfort durante la HD.
Los episodios hipotensivos son generalmente secundarios a una inadecuada
respuesta hemodinámica a la depleción de volumen, con disminución de las
respuestas periféricas, que no es compensada por las modificaciones del gasto
cardiaco, lo que origina un descenso de la presión arterial. Aunque en
ocasiones puede deberse a otras causas específicas, como cambios bruscos de la
osmolaridad plasmática. Todo ello sin descartar otros posibles procesos
causantes de hipotensión arterial, como problemas cardiovasculares (arritmias,pericarditis
, infarto), septicemias, hemorragias, etc. Estos son aspectos que siempre
debemos tener presente a la hora de tratarla
y sobre todo , a la hora de intentar prevenirla
Sintomatología
Evidentemente
se detectará un descenso de la presión arterial. Generalmente el propio
paciente se da cuenta de este descenso de un modo u otro, es decir, que avisa
diciendo que se marea, que cree que la "presión le ha bajado" o
refiriendo algún otro síntoma que se asocia a la hipotensión arterial. Estos
últimos se encuentran entre los siguientes signos: náuseas, vómitos, palidez
de la piel y mucosas, taquicardia, calambres musculares y dolores localizados
debido a la isquemia. Otras veces es el profesional de enfermería el que
detecta dicha hipotensión. También pueden aparecer, por falta de irrigación
cerebral: visión borrosa, dislalia y estupor, cualquier síntoma de estimulación
vagal (sensación de sueño, bostezo, bradicardia, palidez y sudoración) e
incluso pérdida de conciencia.
Según
la forma de presentarse la hipotensión, puede diferenciarse en:
Hipotensión al inicio de la hemodiálisis
Hipotensión
durante la hemodiálisis. Esta puede suceder paulatinamente o ser de aparición
brusca.
Hipotensión
al inicio de la hemodiálisis.
Puede
producirse en determinadas circunstancias. Las más destacables son:
El secuestro hemático brusco, especialmente en pacientes de edad avanzada con arterioscleorosis, debido a la pérdida de elasticidad vascular
Las reacciones vasovagales consecuentes a punciones dolorosos en algunos enfermos hipersensibles
La
ausencia de respuesta vascular vasoconstrictora en enfermos hipertensos con
tratamiento vasodilator o en los pacientes anéfricos, cuyo sistema
reninaangiotensina está anulado.
La
perdida brusca de volumen plasmático en pacientes hipovolémicos. En
ocasiones puede presentarse el paciente en un estado en un estado de
hipovolemia causado por vómitos anteriores, diarrea, fiebre o ingesta pobre
de sodio en la dieta. En estos pacientes el peso prediálisis es bajo.
Pautas
de actuación de enfermeria.
Si
se sospecha de riesgo de hipotensión al iniciar HD se evitará reponiendo con
el suero de cebado la sangre que vayamos extrayendo. En estos pacientes es
especialmente importante iniciar la HD muy lentamente (flujo bajo).
Si
la hipotensión es debida a una reacción vasovagal deberemos tratar la
sintomatología y en casos extremos tener preparado algún fármaco vagolítico
(atropina) para administrarlo si es preciso.
Siempre
deberemos tener en cuenta que los pacientes que inician tratamiento sustitutivo
pueden presentar este tipo de hipotensiones.
Hipotensión
durante la hemodiálisis.
La
causa más frecuente de hipotensión durante la HD es la reducción del volumen
sanguíneo por ultrafiltración excesiva.
Pautas
de actuación de enfermería.
La
actuación de enfermería ante la hipotensión arterial durante la diálisis
comienza generalmente cuando el paciente refiere alguna sintomatología
relacionada con la misma. No obstante, en ocasiones dicha
hipotensión puede presentarse en forma brusca o súbita y el paciente
puede tener una perdida de conocimiento sin haber sentido malestar
anteriormente.
La
valoración de enfermería incluye, siempre que sea posible, la exploración,
observación y entrevista o interrogatorio del paciente.
La
observación del paciente irá encaminada a detectar signos de hipotensión
arterial como sudoración y palidez de la piel y mucosas.
Durante
la exploración determinaremos la presión arterial sistólica y diastólica y
el pulso, lo anotaremos en la gráfica y también revisaremos los parámetros de
la diálisis: PTM o ultrafiltración horaria, flujo de bomba, dializado, etc.
Si
el estado del paciente lo permite, le preguntaremos que tipo de molestias tiene.
Hay
tres protocolos que corresponden a las siguientes situaciones: hipotensión
antes de la mitad de la sesión de HD, hipotensión durante la última hora de
la sesión de HD, hipotensión arterial brusca.
Otras
causas de hipotensión arterial.
Como
hemos visto hasta ahora, la hipotensión arterial intradiálisis tiene una
etiología muy diversa. Existen además otras causas de hipotensión arterial
que tienen relación con los parámetros de diálisis o con algunas
complicaciones derivadas de misma.
Puede aparecer hipotensión debido al estado hipovolémico del paciente
en el curso de un síndrome de anemia aguda.
También puede existir hipotensión mantenida secundaria a pericarditis.
En la actualidad se cree que la frecuencia de pericarditis está disminuyendo.
Este hecho se ve favorecido por la inclusión más temprana del tratamiento dialítico
de los pacientes urémicos y la mayor eficacia de las diálisis actuales.
Existe, sin embargo, un compromiso hemodinámico causado por diversos factores
la aparición de hipotensión arterial durante la diálisis.
La utilización de acetato en el líquido de diálisis es otro de los
factores de hipotensión arterial. La capacidad del organismo para metabolizar
el acetato es proporcional al volumen corporal y su metabolización está
enlentecida en las personas de mayor edad. Durante la HD, si la pérdida de
bicarbonato es más rápida que la metabolización de acetato en bicarbonato,
habrá un descenso
del bicarbonato sanguíneo y un aumento del acetato, produciéndose además
una acidosis metabólica. Este hecho se acentúa en los pacientes que presentan
compromiso vascular e inestabilidad hemodinámica y aún se intensifica más si
utilizamos dializadores de alta permeabilidad, gran superficie y acortamos la
duración de la sesión. La utilización de bicarbonato como baño de diálisis
produce una mejoría en la estabilidad cardiovascular, permite realizar una
mayor ultrafiltración y evita la hipotensión arterial intradialisis,
resultando la HD más eficaz y más fisiológica, a la vez que aumenta el grado
de confort del paciente. Es curioso que este mayor confort durante la HD con
bicarbonato se pone de manifiesto incluso en el hecho de incluir la ingesta de
alimento durante la sesión. Estudios realizados demuestran que la estabilidad
hemodinámica no se ve alterada por la ingesta de alimento durante la diálisis
con bicarbonato, pero cuando ésta se efectúa con acetato la presión arterial
media (PAM) desciende significativamente después de la ingesta de alimento.
La elevación de la temperatura a la que se somete la sangre en el
circuito extracorpóreo puede provocar vasodilatación y favorecer la aparición
de hipotensión arterial. Está demostrado que una disminución de la
temperatura del líquido de diálisis de 37ºC a 35ºC reduce la incidencia de
hipotensiones sintomáticas. Sin embargo, algunos autores señalan que este
procedimiento causa un mayor disconfort durante la diálisis, pues los pacientes
se quejan de frío.
En definitiva, la hipotensión arterial constituye la complicación más
frecuente durante la sesión de hemodiálisis y su etiología es multifactorial.
Ante ello los profesionales de enfermería debemos contemplar las siguientes
pautas generales de actuación:
Valorar y revisar periódicamente el peso seco del paciente
Conocer las características del dializador, adecuado a las necesidades dialíticas de cada paciente
Revisar
los parámetros de diálisis (PTM o UF/h, QB, Tº y tipo de dializado,
etc).
Conocer
la patología asociada que presenta el enfermo (anemia, cardiopatía, HTA,
etc.).
Conocer
la medicación que toma el enfermo, haciendo especial mención de aquellos
que toman prediálisis.
Conocer
las posibilidades de variar el sistema de depuración utilizando técnicas
alternativas a la diálisis convencional, como diálisis secuencial.
Recordar
que ante una hipotensión arterial inexplicable durante la diálisis
deberemos descartar al síndrome de anemia aguda.
Nauseas
y vómitos.
Es
una complicación normalmente asociada a otras. Lo más habitual es que vaya
unida a la hipotensión. En ocasiones se presenta tras la ingesta durante la
sesión de hemodiálisis, independientemente
de la cantidad ingerida.
La
destrucción de hematíes durante la hemodiálisis viene dada generalmente por
dos circunstancias: recirculación y anomalías en el dializado.
Cuando
por alguna circunstancia la unipuntura no está funcionando adecuadamente y se
produce la recirculación constante de la misma sangre a través del dializador,
el efecto de la diálisis y la ultrafiltración sobre los mismos hematíes puede
condicionar la hemólisis. Sin embargo, este hecho no es exclusivo de la
unipunción, ya que también puede producirse con la bipuntura, si la aguja
arterial y venosa se puncionan muy cercanas en direcciones contrapuestas.
Puede
aparecer también hemólisis cuando hay anomalías en relación a la temperatura
o composición del líquido de diálisis. La temperatura óptima del dializado
debe ser de 37º; si esta sube excesivamente puede producirse hemólisis
inmediata y masiva.
En
relación a la composición del dializado, puede producirse hemólisis debido a
la presencia de cloraminas
en el agua de la red, de cobre añadido al agua para eliminar las algas o
bién liberado de las tuberías, o de restos de desinfectantes como lejía o
formaldehído, que se utilizan para esterilizar los dializadores y equipos de HD.
También se produce hemólisis cuando se utiliza un dializado con baja
concentración de sodio, dando lugar a hiponatremia e hipoosmolaridad aguda.
Sintomatología.
Si
se está produciendo una hemólisis, lo primero que se observa es un aspecto
achocolatado-amarronado de la sangre a través
de las líneas y el dializador.
El
paciente puede manifestar cualquiera de estos síntomas: dolor en la vena al
recibir la sangre hemolizada, malestar general, opresión torácica, dolores
lumbares y abdominales, cefaleas, pudiendo aparecer agitación, nauseas, vómitos
e incluso confusión mental y convulsiones. En ocasiones puede llegarse al
estado de coma y fallecimiento del paciente.
Pautas
de actuación de enfermería.
Una
vez detectada esta situación, debe pararse la HD, pinzar las líneas arterial y
venosa, administrar O2 al 100% y desechar la sangre hemolizada. Se realizará
una extracción sanguínea para medir el hematocrito, electrolitos y enzimas
celulares.
Si
el estado del paciente lo permite, reanudaremos la HD una vez solucionada la
causa de la hemólisis, y ajustaremos la UF para extraer el exceso de agua
acumulada.
Cuando
las pérdidas hemáticas se producen de forma brusca se presenta el síndrome de
anemia aguda, cuyo cuadro específico es el siguiente: hipotensión arterial,
taquicardia, palidez y sequedad de piel y mucosas, taquipnea y sed intensa. Si
el cuadro evoluciona, se producen lipotimia, colapso y shock.
Pautas
de actuación de enfermería.
Ante
la sospecha de un síndrome de anemia aguda, debe avisarse con urgencia al nefrólogo,
practicar un hematocrito y preparar una solución expansora del plasma.
Es
importante que todos los pacientes en hemodiálisis tengan
previamente practicado el grupo sanguíneo, ante la posibilidad de
realizar una transfusión urgente.
La embolia gaseosa se produce por la entrada de aire en el torrente
circulatorio.
Aunque poco frecuente en el transcurso de una sesión de HD, es un riesgo
que siempre está presente. Puede existir una entrada de aire en el circuito
extracorpóreo (entre el paciente y la bomba de sangre arterial) y que ésta
seguidamente pase al interior de los vasos sanguineos del enfermo.
Causas.
Las
situaciones que pueden desencadenar este peligroso accidente en hemodiálisis,
implican necesariamente un mal funcionamiento del detector de aire de la línea
venosa, ya sea por avería mecánica o porque ha sido bloqueado en su manipulación.
Estas situaciones son:
Cualquier
poro o fisura en el tramo de la línea arterial que transcurre entre el
paciente y el cuerpo de la bomba arterial, puesto que es el único tramo del
circuito extracorpóreo que tiene presión negativa.
La
utilización de equipos de suero con toma de aire, en perfusiones conectadas
antes del cuerpo de bomba, como las utilizadas para corregir una hipotensión.
Desconexión
de la línea arterial por su unión con la aguja, que además de la entrada
de aire masiva en el circuito, provocará perdida de sangre.
No
obstante, es durante el procedimiento de devolución de sangre al paciente,
al finalizar la HD, cuando existe mayor riesgo. Para contrarrestarlo es
necesario comprobar el buen estado del instrumental que se utiliza, así
como retornar la sangre con una solución salina, dando por finalizado el
proceso ante la aparición de suero limpio sin
permitir la entrada de aire al circuito.
Si
no se encuentra
el punto de entrada , se procederá
al cambio de la línea , desechando la sangre mezclada
con el aire.
Sintomatología.
Los
signos y síntomas producidos por el embolismo gaseosos pueden depender de la
cantidad de aire y de otros diversos factores:
5
ml de aire que se sitúen ocluyendo una arteria cerebral o coronaria pueden
producir la muerte, en cambio, se puede tolerar más aire si entra en forma
de microburbujas y lentamente, puesto que éste se irá disolviendo en el
plasma.
De
la posición del paciente en el momento de producirse el embolismo dependerá
que aparezcan unos u otros síntomas. Si el paciente está sentado o con la
cabeza elevada, el aire pasará por la red venosa hacia el cerebro,
produciendo confusión, pérdida de conciencia e incluso muerte.
Si
se haya en posición horizontal, el aire pasará al ventrículo derecho y al
lecho capilar pulmonar, ocasionando tos, diseña aguda, cianosis, agitación
y opresión en el pecho. Si el paciente adopta la posición de Trendelemburg,
el aire pasará a las extremidades inferiores, causando cianosis
regional.
En
los casos de entrada masiva se interrumpirá la hemodiálisis, se pondrá al
paciente en posición de Trendelemburg sobre el lado izquierdo y se iniciarán
las maniobras de soporte cardiorrespiratorio, aportando
oxígeno en altas concentraciones . En casos extremos
se podrá
intentar
la extracción del aire
del ventrículo derecho
mediante punción
percutánea.
Pautas
de actuación de enfermería.
Cuando
se detecta la entrada de aire en el torrente circulatorio, lo primero es
frenarla pinzando la línea venosa. Inmediatamente hay que situar al paciente en
posición de Trenledemburg, y sobre el costado izquierdo; así el aire quedará
atrapado en el vértice del ventrículo derecho, pudiendo fluir la sangre hacia
la arteria pulmonar y los pulmones sin un gran bolo de aire que produciría un
embolismo pulmonar masivo. Proporcionar oxigenoterapia al 100% es de vital
importancia para que el intercambio gaseoso sea lo más eficaz posible en las
zonas del pulmón que están bien prefundidas. En estos casos siempre se debe
avisar al nefrólogo, aunque la sintomatología sea leve.
Pautas
de actuación para la prevención.
Ya
que el embolismo gaseoso es un accidente que amenaza la vida del paciente y cuyo
tratamiento es de resultados dudosos, es muy importante adoptar todas las
medidas para evitar su aparición.
Estas
medidas pueden ser:
Todas
las perfusiones que se administren durante la sesión de HD han de provenir
de envases colapsables y con equipos de infusión sin entrada de aire. La
enfermera siempre ha de estar presente cuando se administre una solución.
Todas
las conexiones línea-paciente, bien ajustadas, revisándose varias veces
durante la sesión.
Asegurarse
de que la línea del suero está clampeada y colocar además una pinza de
seguridad.
Comprobar
el buen funcionamiento del detector de aire de la línea venosa y de la
pinza que hay a continuación.
Retornar
la sangre al finalizar la sesión de HD con suero, sin dejar entrar aire en
el circuito ni bloquear la alarma durante este procedimiento.
COMPLICACIONES
ASOCIADAS A LA INADECUADA COMPOSICIÓN DEL DIALIZADO
Si
el líquido de diálisis presenta alteraciones importantes en su composición,
pueden aparecer complicaciones graves durante la sesión de hemodiálisis. Estos
problemas en la actualidad no se producen con la frecuencia de hace unos años,
cuando la mezcla del agua tratada y los distintos electrolitos se realizaba
manualmente.
Actualmente
las alteraciones de composición del líquido para HD pueden producirse por
fallos técnicos, como avería en el sistema de tratamiento de aguas, fallo del
sistema de dosificación, mal funcionamiento del conductivímetro, presencia de
residuos químicos de la desinfección; también por fallos humanos como el mal
ajuste de los límites de alarma, utilización de un concentrado equivocado.
De
las complicaciones derivadas de estos fallos, las más graves son las que
afectan a la osmolaridad (hiponatremia e hipernatremia), las que afectan a la
concentración de calcio y magnesio (hipercalcemia e hipermagnesemia) y al
potasio (hipokaliemia).
HIPONATREMIA
Cuando
se dializa con un líquido con baja concentración de sodio, hipoosmolar, se
produce una hiponatremia aguda. Esta produce rapidamente una hemólisis muy
importante (anemización e hiperkaliemia) y seguidamente al paso del agua desde
el compartimiento del agua al plasma (con la consecuente hemodilución e
hipervolemia), que puede desembocar en edema cerebral.
Todas
estas alteraciones en la composición de la sangre producen en el paciente una
serie de síntomas, como son: dolor en la vena al recibir la sangre hipotónica
y hemolizada proveniente del dializador, cefalea, agitación, confusión y además
dolores lumbares y abdominales por isquemia.
Pautas
de actuación de enfermería.
Una
vez detectada esta situación ha de pararse la HD y desechar la sangre
hemolizada. Administrar oxigenoterapia al 100%, para paliar los efectos de la
anemia aguda, es otra medida muy importante. Inmediatamente después hay que
medir los niveles de hematocrito y electrolitos para conocer exactamente el
alcance del problema. Una vez solventada la alteración del líquido de diálisis
habrá que reanudar el tratamiento, ultrafiltrar todo el exceso de agua
acumulado, y si el hematocrito ha descendido mucho, transfundir.
HIPERNATREMIA
Al dializar con un líquido de diálisis inadecuado por alta concentración
de sodio, hiperosmolar, se produce hipernatremia o hiperosmolaridad plasmática.
Por efecto de esta osmolaridad anormalmente elevada en el plasma se
produce paso del espacio intracelular al extracelular, con lo que el volumen
intracelular se contrae.
La sintomatología que aparece en el paciente es: sed
profunda, dolor de cabeza, nauseas, vómitos y convulsiones.
Pauta
de actuación de enfermería.
Como
en el caso anterior, consiste en detener la sesión de HD, y si el paciente
puede tolerar el aumento de volumen plasmático, infusión con suero glucosado
al 5% para reducir la osmolaridad plasmática.
La
diálisis debe reanudarse tan pronto como se haya conseguido que el líquido de
diálisis sea el apropiado.
HIPERCALCEMIA
E HIPERFOSFOREMIA
Esta
complicación aguda, causada por la aparición de niveles elevados de calcio y fósforo
en el líquido de diálisis, se puede presentar cuando hay un fallo en el
tratamiento al que está sometida el agua de la red pública, antes de llegar a
la Unidad de HD.
El
cuadro que produce es conocido como síndrome de agua dura; aparece de la
primera hora de la sesión de HD, con nauseas y vómitos. También se acompaña
de hipertensión, a pesar de la disminución del volumen plasmático por
ultrafiltración, con un aumento de la presión sistólica mayor que la diastólica.
A todo lo anterior se añade dolor de cabeza y debilidad muscular. Todos los síntomas
anteriores son debidos a la hipercalcemia.
La
hipermagnesemia produce sensación de quemazón en la piel.
Pautas
de actuación de enfermería.
Ante
la aparición de estos síntomas, la sesión de HD debe cesar inmediatamente. Se
reanudará cuando el agua de diálisis reúna las condiciones óptimas.
HIPOKALEMIA
La concentración de potasio en el dializado está habitualmente entre 1
y 3 mEq/l, lo cual asegura una eliminación adecuada del ión potasio durante la
sesión de HD.
Dializar con cifras inferiores a 1mEq/1 de potasio, en el dializado,
produce niveles tan bajos de éste en la postdiálisis que aumentan la fatiga.
En los pacientes con insuficiencia cardiaca que toman Digital, un
descenso rápido de potasio en plasma podría interferir la acción del fármaco,
causando extrasístoles ventriculares, taquicardia sinusal, fibrilación
auricular…Por esto es importante dializar a estos enfermos con concentraciones
de potasio entre 2 y 3.5mEq/l.
Asegurarse de que el concentrado seleccionado para el paciente es el
adecuado es la mejor medida para evitar la aparición de esta complicación.
Cuando se descubren alteraciones en el ritmo cardiaco en estos pacientes
la mejor actuación de enfermería es monitorizar para realizar un
adecuado seguimiento de la situación.
SÍNDROME
DE DESEQUILIBRIO DIALITICO
El
síndrome de desequilibrio en diálisis está compuesto por una serie de
trastornos del sistema nervioso central, que aparecen en pacientes cuando
comienzan su tratamiento sustitutivo.
Un
desequilibrio puede dar lugar a síntomas calificados de "menores",
como un dolor de cabeza y desasosiego durante la sesión de HD, nauseas, vómitos,
visión borrosa, desorientación y temblor; los síntomas "mayores",
de rara aparición actualmente, son convulsiones y coma que pueden desembocar en
muerte.
El
edema cerebral y el aumento de presión en el líquido cefalorraquídeo son los
causantes de los anteriores síntomas. Varias teorías explican la aparición de
este edema. Durante la diálisis la concentración de urea y la osmolaridad del
LCR decae más lentamente que la sangre, con lo que aumenta la presión en dicho
comportamiento. Hay también caída del pH en el líquido cerebroespinal, aunque
en el comportamiento sanguíneo se haya corregido la acidosis metabólica.
Esto
es debido a que el CO" difunde más rápidamente que el bicarbonato a través
de la barrera hematoencefálica; esta acidosis en el LCR altera la osmolaridad
celular, apareciendo edema cerebral.
Pautas
de actuación de enfermería.
En
un principio se intentó evitar la aparición de este síndrome, prefundiendo
una solución osmolar como el Manitol, ClNa, para evitar la disociación entre
la osmolaridad del plasma y la del LCR; esto ha caído en desuso, pues los
resultados no han sido tan buenos como se esperaba. La pauta de actuación más
eficaz es hacer diálisis cortas y frecuentes, con flujos de sangre y de líquido
de diálisis bajos, para que sea más progresivo el intercambio bioquímico.
Sobre todo a pacientes que inician el tratamiento sustitutivo, y con cifras muy
altas de urea en sangre.
En
ocasiones se ha de recurrir a fármacos anticonvulsivos, como la Fenitoína,
para la prevención de convulsiones, o al Diazepan, que es mucho más efectivo
cuando éstas ya se han producido.
Sustituir
en el baño de diálisis el acetato por el bicarbonato, para evitar alteraciones
de pH, es una medida eficaz.
REACCIONES
ALÉRGICAS O DE HIPERSENSIBILIDAD
Prevalencia.
Las
reacciones de hipersensibilidad no letales es de aproximadamente 4.2/100.000
sesiones de HD. Las reacciones que pueden comprometer la vida del paciente son aún
más raras, 3.5/millón de sesiones de HD.
Sintomatología.
Puede
ir desde el ligero prurito hasta el shock con paro cardiorrespiratorio.
prurito.
reacción
vasomotora, eritema, edema facial, rinorrea, conjuntivitis.
nauseas,
vómitos, dolor abdominal.
dolor
toráxico, anterior y posterior.
diseña,
tos no productiva, broncoespasmo, estridor laríngeo, cianosis.
taquicardia,
hipotensión, dolor precordial.
Shock.
PCR.
Etiología.
Se
producen por una activación de los mastocitos y basófilos, mediadas por una
IgE específica liberándose posteriormente histamina y otros mediadores que son
los responsables de las manifestaciones clínicas mencionadas.
Factores
desencadenantes de las reacciones alérgicas.
Esterilizante
de circuito extracorporeo (óxido de etileno).
Asociación de membranas con carga negativa e IECA.
Contaminantes
del líquido (endotoxinas y pirógenos).
Reacciones
a la membrana.
Raras:
heparina, desinfectantes.
Prevención
de las reacciones alérgicas.
Lavado
del dializador con 2 litros de suero salino.
Cebado
de compartimiento del líquido de diálisis para eliminar al máximo posible
el óxido de etileno.
Emplear
membranas esterilizadas con vapor o rayos gamma.
Cambiar
la membrana a otra más biocompatible.
Evitar
asociación de IECA y membranas con cargas negativas.
Modificar
el tipo de heparina.
Empleo
de líquido de diálisis lo más estéril posible y libre de endotoxinas.
Extremar
al máximo todas las maniobras de reuso.
Cambiar la técnica de diálisis si nada resulta.
PROTOCOLO
FRENTE AL MANEJO DE ENFERMERÍA EN RELACIÓN A LA RESUCITACIÓN CARDIOPULMONAR
Todos
los profesionales de enfermería están capacitados para manejar un PCR, pero la
responsabilidad de la organización y la atención inmediata del paciente es de
responsabilidad de la enfermera del turno.
se
solicita a través de terceros (secretaría), que se llame a la Unidad de
rescate móvil Emecar con la cual la clínica tiene convenio.
la
sala de diálisis del Centro Regional de Diálisis Ltda., está dotada de un
carro de paro con los insumos suficientes para tratar a un paciente PCR,
cuenta además con una máquina de aspiración, conexiones y sondas de
aspiración correspondiente; un Ambú completo con conexión a oxígeno, dos
balones de oxígeno con humedificador, un monitor cardiaco con medidor de
saturación de oxígeno.
Acciones
de enfermería.
Paciente
en posición decúbito dorsal.
Control
de pulso central, respiración, pupilas y estado de conciencia.
Se
comprueba el PCR se procede a:
Colocación
de cánula mayo.
Maniobra
de resucitación frente a un PCR según normas (masaje cardiaco a nivel de
tercio inferior del esternón, combinado con resucitación respiratoria,
insuflación con ambú, 5 masajes por una insuflación).
Administración
de oxígeno a través del ambú al 50%.
Aspiración
de secreciones si fuese necesario.
Mantención
de vía venosa permeable.
Monitorización
de ECG y saturación de oxígeno.
Toma
de glicemia capilar a través de reflolux.
Preparación
de medicamentos, tubo endotraqueal, laringoscopio, mientras espera la
llegada del médico.
Se
continua con maniobras de RCP hasta que el paciente se recupere y/o mientras se
espera la ayuda médica asistencial manteniendo el paciente abrigado.
Registro
de la hora del PCR y de todos los procedimientos de enfermería realizado.
Nota: en el momento de detectar un paro cardiorrespiratorio se protege la privacidad del paciente a través de biombo con que cuenta la Unidad.